Estancia Cañadón Piedra

Para Adela, la vida entera me queda para agradecerte esta relación tan fértil. Abonada con amor, semillas y agua de pozo de tu hogar, que también es mío.

 

En el marco del Taller de Investigación y Producción Visual cursado en el 4to año de la carrera de Artes Visuales en el Instituto Superior de Formación Docente N°806, decido realizar mi proyecto de tesina abordando la herencia de mi genealogía femenina materna, en particular, la herencia recibida por mi tía-abuela Adela González, hija de Ema del Carmen Ortega. 

Adela fue para mí, además de una tía, una mujer de la cual aprendí muchísimo en nuestra relación dispar, con 7 décadas haciendo de puente entre nosotras. Ella fue una maestra de la que me llevé saberes de su experiencia como hija, como mujer de campo (estanciera), como creadora y sus procesos creativos que me daban mucha vitalidad, de su amor por el mundo y la fotografía como un medio para expresar su mirada.

Quiero dejar publicado por este medio el trabajo de investigación que llevé a cabo sobre creadoras que eligieron la fotografía y el cine como apuesta para decirse ante el mundo, expresándose a través de las palabras, los sonidos, las miradas, los silencios, los colores y valores. 

Antología de Artistas

Asimismo, es mi deseo compartir las palabras escritas en mi libro de obra (llamado libro catálogo), donde expongo los sentidos, las palabras y el proceso arduo que fue, nada más y nada menos, que la creación del audiovisual que decido presentar como tesina con la cual concluir este proceso de formación - iniciado en el año 2021 - con el que me recibo como profesora de Artes Visuales. 

Libro de Obra

Y, por último pero no por eso menos importante, mi creación que es mi tesoro, como expresé reiteradas veces a varias mujeres a lo largo de estas semanas. Es mi tesoro porque alberga todo mi sentir, el dolor de atravesar un duelo, la pérdida de una mujer que fue y es importante para mí, seguir existiendo en este mundo sin su presencia pero encontrarla todos los días junto a mí, dialogando conmigo y preguntándole a pesar de su ausencia en este plano terrenal. Sigue siendo difícil despertar cada mañana sin su voz, sin sus palabras, sin todo lo que pudimos seguir compartiendo día tras día. Poco a poco voy digiriendo, voy llorándola, extrañándola, encontrándola en nuestros diálogos y nuestras formas de habitar y hacer sostenible la vida. 

Uno de los modos de poder atravesar esta pérdida fue la creación de este audiovisual, con todas las luces y sombras atravesadas a medida que iban avanzando los días y las responsabilidades, conviviendo con las lágrimas de tristeza y las de alegría. 

Estancia Cañadón Piedra

Las invito a visualizarlo y disfrutar de la belleza de paisajes, colores, texturas y animales que conforman la Estancia Cañadón Piedra. Toda esta hermosura es gracias a la labor de mujeres que han dado su vida por este lugar que fue y es su hogar, que habitaron alguna vez y lo continúan habitando de alguna u otra forma. Estas mujeres son mis antecesoras, mi continuum materno, estancieras patagónicas.

Gracias a cada una de ellas por el tiempo y las palabras.

Diana Carla

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